Exclusivo para Red♥Fundelsur!
Entre todos los bienes la paz debe ser el más preciado, el don más perseguido y ser la condición única del desarrollo humano. Bien lo expresa el presidente de los ecuatorianos que se requiere estar desquiciado para oponerse a los procesos de paz, sin importar condiciones y permitiendo que actores que desean reincorporarse a la sociedad política y civil puedan hacerlo sin ningún tipo de restricciones. Y en esto hay que reconocer, sin apasionamientos ni partidismos que tanto mal nos han hecho, que el presidente Juan Manuel Santos se la ha jugado toda por la consecución de la paz, por reconciliar a nuestro país y encaminarlo hacia nuevos procesos sociales. Aquellas voces que se oponen a un proceso de paz deben ser desoídas y bajo ninguna circunstancia apoyadas en las urnas por cuanto son la perpetuación de un estado de terror y miseria.
En los últimos diez años hemos gastado los colombianos más de 22 billones de pesos en la guerra. Llegó el momento de parar de una vez por toda esta deplorable realidad y convertirnos en una sociedad pujante en la que sus recursos se destinen a salud, educación, empleo y fomento de políticas de vivienda e infraestructura vial. En otras latitudes del planeta ha sido posible y se ha logrado una convivencia pacifica donde los desacuerdos no se expresan con las armas sino con las ideas y los principios civiles. En esta ocasión, a riesgo de ir en contravía debo expresar que Juan Manuel Santos nos sorprendió con el anuncio de las negociaciones de paz y es un deber imperativo el rodearlo en esta iniciativa y hacer votos para que los resultados sean los esperados.
Igualmente considero que en Colombia no están dadas las condiciones para la llegada al poder de la izquierda, por sectaria, cerrada y fundamentalista. A pesar de que se tiene en la baraja de presidenciables nombres de alto significado y representatividad, las cuentas no alcanzan para pretender acceder por las urnas al poder; y, desafortunadamente, los votos que lleguen hacia cualquiera de sus candidatos serán más útiles a la derecha colombiana que a sus mismos postulados de cambio. Bien harían en permitirse un vuelco, no ideológico, sino estratégico, y apoyar a Juan Manuel Santos en su anhelo de reelegirse. Cuando la paz se consolide, cuando nuestra Colombia renazca en medio de sus dolores y el bien germine ya, ahí, entonces, podrá la izquierda tener unas serias aspiraciones a dirigir los destinos del país. Mientras tanto será, simplemente, el pretexto necesario para que la derecha en Colombia mantenga un discurso explosivo y demencial.
A la izquierda no le han faltado hombres ni ideas, le han hecho falta estrategias y estrategas. Ya ese discurso trasnochado y mamerto de la mayoría de sus integrantes no dice nada y, por el contrario, ha impedido que hombres realmente serios e inteligentes puedan llegar a las bases sociales. Y no sería un crimen estar con Santos si se está con la paz, si se camina junto a postulados de reconciliación y se permite una especie de perestroika criolla que tanta falta nos hace. Sería el primero de los colombianos en votar por una voz nueva y venida de la guerrilla o la oposición, pero creo que aun no es el momento para ello, que primero hace falta limpiar la casa por dentro, de empezar por tomarse el congreso y luego, si, diseñar políticas y estrategias para consolidar los idearios de cambio y revolución.
No puede continuar la izquierda colombiana siendo el comodín de las derechas reaccionarias ni sostener en sus cuadros a personajes incompetentes e intrascendentes que manejan una ideología que hace rato cayó con el Muro de Berlín o con la Unión Soviética. Bien por Santos y mucho mejor por la Paz.
Corresponsal:
From: Pablo Emilio Obando A. <peobando@gmail.com>
Date: 2013/11/26
Subject: COLUMNA OPINION - LA PAZ COMO BIEN SUPREMO.
To: Félix Helí Contreras Martínez <fundelsur@gmail.com>
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